iba caminando por las calles oscuras de la ciudad cuando escuche un llamado lejano... un minotauro esperando entre los rincones...
se alimento y me alimento... recorde que él era el que me hacía comer...
indico hacia el cielo y me mostró algunas estrellas que podría seguir...
curioso encuentro, sobre todo para las personas que pasaban por nuestro lado sin notarnos... no haciendo caso a nuestra existencia... como en los viejos tiempos...
nuestra búsqueda se conocimiento nos separó... por aquella razón la asesina no pudo rendirle el apropiado tributo al dios, pero se alegra haberle dado al menos una alegría...
ud cree que en ese momento habíamos salido de nuestros refugios solo para buscar un poco de compañía entre nuestros distorcionados caminos? yo vi en los ojos de quel que está lejano y creo haberle sonreído...


hasta la vista señor.