Un segundo tan extraño, donde todos paracen locos y no paran de hablar, donde todos paracen mirar hacia si mismos, teniendo la extraña libertar de decir lo que quieran sin ninguna concidencia. Todos rien al rededor de lo absurdo, y nadie entiende nada. Pero ríen, infinitamente ríen...
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on 9 de julio de 2006
at 12:08 a. m.
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