hay momentos en que todas mis defensas caen... en que mis enemigos podrían atacarme de frente y demolerme...
Todo cae a los suelos, todo parece morir de un instante a otro... ¿cuando fue que aprendí a esquivar las miradas de los que me vigilan constantemente?
Pero hay miradas que están sobre mí que no son presisamente mortales, si no que dedicadas y cariñosas...
Me duele la cabeza y da vueltas imprecisas... Aún estoy a tiempo, me susurra aquel que detiene mis caminos... aún estas a tiempo...
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on 20 de marzo de 2007
at 12:31 p. m.
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