Hay un mareo constante en mi mente, todo da vueltas...
Las dos mujeres que convivimos en este cuerpo pelean sin césar: Ambas tienen sus amores, ambas tienen sus ambiciones, ambas sus odios, ambas sus deseos. Por supuesto, todo lo que las cosntituye, todo lo que ellas son, se contradice. Los polos viven tal cual una balanza peligrosa: todo parece equilibrase hasta que... los pesos toman vida propia.
Voces que me llaman con locura, manos que buscan la caricia... ¿a quién recibir? ¿a quién rechazar? Nuestros ojos sólo ven enemigos...
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on 5 de marzo de 2010
at 9:07 p. m.
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