Hoy estoy aquí, siendo todo menos yo, siendo todo menos como quiero ser... como desearía ser...
Y me siento tranquila, o quizás debería estar tranquila...
No hay una explicación muy clara de todo. Mis sueños, como siempre, me traicionan, pero como ya estoy acostumbrada no me impresiona demaciado...
Cómo no sonar demaciado fría? Por qué cuando todos lo son uno tiende a ser igual? la rabia no me deja pensar muy bien...
Si alguien más habla diciendo cuanto me comprende y se manda su discurso de: no te preocupes, todo saldrá bien, porque siempre todo sale bien...
Creo que ya no podría seguir en silencio... ya no puedo seguir en silencio por más tiempo, fingiendo que me importa poco. Porque me importa, y mucho...

Llueve y recién logro darem cuenta... mis oídos se han tapado... hoy no quiero escuchar....

Es extraño, la imagen que das a las demás personas siempre es curioso...
Tú siempre puedes saber quién eres, pero las circunstas también pueden no ayudar...
La cosa es que, hace unos días mi primo menciono que siempre había creído que en el colegio yo era una niña famosa y querida por todos. Nada más lejos de la realidad.
No puedo negar que fueron tiempos felices, pero también bastantes ingratos. No es que quiera recordar nada ni a nadie, pero nadie se salva a pasar un mal rato por cualquiera-sea-la-razón. Menos en el colegio, donde vivía la mayoría del tiempo y donde convivia con gentes de las más variadas especies (despúes en la universidad te das cuentas que eso es solo una pequeña muestra de todo lo que te espera xDDD) y las más variadas opiniones (tampoco considerando que todos somos inmaduros y con eso todo lo que conyeva igualmente).
La cosa es que... me morí de la risa! son cosas que ahora puedo tomar con humor... decir luego la verdad y no morir en el intento es confortante...
Mi imagen, mis ojos, los tuyos, y mi vida...

aveces me pregunto quién me espera...

Aveces hay una sensación de olvido muy poderosa.
No hay recuerdos, es como si las cosas no hubieran ocurrido. Cuando te das cuenta, cuando han logrado distraerte y es tarde, lucho por pensar que aquí paso algo importante, que debío tener atención y no hubo rastro alguno de inmutación. Nadie se movió y solo pasó, se fue, ya no se puede llorar ni gritar, es tarde, todos olvidan rápido. Antes creía tener mejor memoria, ahora mi mente me engaña... no, solo me da un descanso. Y se lo agradezco.

No espero regresar pronto. De hecho, me duele pensar en que algún día vuelva sobre mis pasos otra vez. Pero cuando lo pienso bien, es imposible que sea igual, cuando vuelva habré cambiado y los parajes me pareceran tan diferentes, como cuando creces y todas las cosas gigantes pasan a llegarte solo hasta la cintura.
No espero regresar pronto, no quiero hacerlo, mi intención es alargar las cosas todo lo que pueda. Quizás, cuando las gentes me vuelvan a ver, no me reconozcan, y así la vida seguirá hacia delate y las cosas se olvidaran definitivamente.
Cuando veo pasar el tiempo, me doi cuenta que queda muy poco. Es preciso que comience ha despedirme, porque, ya lo saben, soy una mujer ceremoniosa y me tomo tiempo en las cosas importantes.
Ya es viernes de otra semana. Estoy cansada y algo adolorida. He vuelto a concebir el fin de semana como los días de descanso y de compartir.
Siento que sería bueno descansar un poco, de todo este peso que que he ido quitando durante el tiempo, pero que aún dobla mi espalda...
Sonríe, mujer, sonríe...

Hay un espacio... un punto en mi alma... pequeñisimo...
Un punto que yo ignoraba constantemente, algo sin importancia. Y ya no es diminuto...
Hace algunos días comenzó a crecer, silencioso. Al principio su tamaño no molestaba a sus pares, pero cuando ya no podía estirarse entre los otros, comenzó a comerse a los demás...
No tengo miedo (se lo comió aquel) y pronto ya no habrá dolor... Lo siento, no me di cuenta, y ahora aprovecho que aún siento arrepentimiento para pedir perdón.
Qué quedará en el alma mía? que quedará?

Hay tanta desesperación que cierro los ojos con fuerza...
Mi mente siempre me juega malas pasadas, siempre me enfrenta a mis fantasmas. Son tan cercanos, tan reales...
Trato de ahuyentarlos, pero mis manos están desnudas. La espada cayó por algún rincón desconocido, es el momento de la verdad...
Cierro los ojos. Sólo veo oscuridad, mi oscuridad, tan conocida, tan profunda. Los fantasmas ríen, a mi alrededor y temo caer, como siempre, caer...
Entre todas las cosas, entre mis propios sollozos, hay algo que me llama. Es algo tan sutil. Es un suspiro... tan lejano, tan cercano...
¿Por qué me llamas así? ¿Por qué estás aún aquí? ¡Todos gritan! ¡El estruendo me está matando!
Me llamas, ese mi nombre, estoy segura... ¡No debes acercarte! ¡Es demaciado peligroso!
Ven...

Un segundo tan extraño, donde todos paracen locos y no paran de hablar, donde todos paracen mirar hacia si mismos, teniendo la extraña libertar de decir lo que quieran sin ninguna concidencia. Todos rien al rededor de lo absurdo, y nadie entiende nada. Pero ríen, infinitamente ríen...

Aveces, algunos momentos, recuerdo el porque soy solitaria...
Siempre hay mucho riesgo, de que alguien llegue a tu vida y la cambie. Así somos los seres humanos, buscamos compañía y nos gustan las cosas diferentes, sentimos curiosidad por cosas que no sentimos todos los días.
Yo siempre me entuciasmo al conocer gente nueva, porque cuando les hablo y parecen entender y me lo dicen con sus ojos, que felicidad hay en mi corazón! (las asesinas siempre hablan de idiomas desconocidos, sobre todo cuando han caminado por muchos lugares, la gente no suele dar mucha importancia a estas cosas... no de desconocidos, aunque tampoco mucho de conocidos...)
Pero ahí es donde entra mi espíritu. El tiempo pasa y ya nada es como la primera impresión. Aquellos ojos ya no vuelven, y solo ves cristales, que reflejan tu propio asombro.
No todas las personas son iguales, claro que no. Si no, no nos costaria encontrar tanto a nuestros pares por la vida. Pero duele darse cuenta que finalmente no has encontrado nada, que tus sentimientos fueron provocados por cosas artificiales y completamente planeadas.
Hoy he encontrado las palabras para describir lo que siento. Hoy es hora ya de decirte adiós...

Ven, que yo te espero en mi cielo...

Yo entre los pastisales, estoy escondida, no puedo contener mi propia verguenza. Alguien viene pisandome los talones, yo no quiero que me vea.
Esto es así porque yo lo he permitido, porque no me di cuenta de lo que estaba pasando. Ahora tengo una gran tristeza. Me miro al espejo sin que nadie me lo haya puesto al frente y lloro ante la decepción. No quiero ver esta imagen...
Alguien esta detrás de mí, alguien quiere protegerme... de mi misma... y yo huyo de vista, huyo de quién me quiere sin dolor...
En mi vida ya no hay otra salida. Se acerca el final y pronto... pronto no quedarán muchas cosas en pie. Esta vez nadie podrá detenerme, por más que quiera...
Por qué está tan cerca? puedo sentir su calor.... tan tibio... mi único deseo es llegar...