Cuando me ves caminar por los senderos... quién es, ella o yo?
Cuando hablo de mis tristezas, quién es, ella o yo?
Cuando sonrío a la brisa, quién es, ella o yo?
Cuando digo te quiero, quién es, ella o yo?
Cuando estiro mi mano, quién es, ella o yo?
Cuando construyo lazos, quién es, ella o yo?
Cuando guardo silencio, quien es, ella o yo?
Cuando el corazón sangra... es el de ella o el mío?

Ya no quiero estar más en este lugar. Desde ahora buscaré el mío propio...
Toma la katana y avanza...

Hay momentos en que, por un segundo, todo parece ser seguro para salir. Se abre una puerta, se dan pasos temerosos. No puedo dejar de llorar cuando esto sucede porque... no recordaba la ultima vez que había sucedido...
La imagen fue tan clara.
Son cosas que sólo yo siento y sólo yo sé cómo valorar.

Pese a todo a todo, la coraza se hace cada día más fuerte.
Y duele...

Cada vez más perdida....
la gente me mira y se confunde... ¿qué será lo que hay en el interior?

Mi silencio eterno está llegando a su fin. Las palabras que seguirán fueron delicadamente seleccionadas. Alguien que quiere vivir a expensas de los otros pronto caerá en sus propias palabras.

Asesina de los mil caminos... deja sangrar a tu corazón en paz...

La asesina es la asesina. Siempre lo será.
Dentro de mi corazón siempre hay una sensación de vacío y a la vez de miedo. Un miedo a no ser querida, un miedo a no ser aceptada. Ese sentimiento se vuelve más grande cuando decido rodearme de gente desconocida y enfrentar a cada uno de ellos. Algunas veces los resultados son excelentes y la vida me da muchas sorpresas. Otras veces, el vacío se hace más grande.
Mi alma de asesina es cada vez más silenciosa en estas ocaciones. Se ha acostumbrado a soportar cosas, pero aún así la infelicidad producida ha durado días y días...
Sé que tú me comprendes...
Pienso que, finalmente, mi corazón está buscando la salida a su frustración.
Sentimientos confusos fluyen hacia mi luna que todo lo observa.