Hay algo en mi alma ahora... tan oscuro como una costra.
Quizás es la tristeza de la liberación frustada. La de las ilusiones rotas, otra vez, y otra vez...
es triste cuando te dicen que debes hacer tal cosa, que debes enfrentar tal cosa, mientras tu solo pones cara de: ¡ya lo sé!, ¿por qué diablo se meten en mis asuntos y no ven solamente los suyos?
Y la verdad es que aquel brazalete que rodea mi tobillo es mucho más fuerte de lo que yo creía. Mis alas crecen con dolor, pero todo evita siquiera el intento de despegar del suelo...
Aveces, realmente pienso que aunque lograra rompre la cadena, aquel pedazo de metal que rodea mi pie tan firmemente, será mi estigma eterno...
Todas estas cosas pasan mientras fabrico herramientas poderosas, mientras nadie observa lo que hago. Nadie, quizás como yo, quiere ver la realidad... pero hay una diferencia, me estoy viendo levemente favorecida por esto...
La muerte ronda mis pensamientos y lloro al pensar que la desesperanza acoje mi corazón debilitado por los lamentos. Pero no es de impresionar que mientras mis enemigos me ven en el suelo herida, me siguen golpeando sin cesar.
No quiero que veas mis lágrimas y se te conmueva el alma. Soy orgullosa, igual que tú. Sufro, pero todo esta tan silencioso como siempre.
Hay alguien que lo está destruyendo todo, y no soy yo esta vez. Estoy quieta, mirando, sin asombro como las cosas caen sin consideración. Y yo, hpy, despúes de algunos días logro por fin darme cuenta que... no hay nada que hacer...