Esta vez nadie me movió.
Me sorprende realmente, porque, la verdad es que nunca elijo lo que es más sano para mi, sino lo que se supone que debería de hacer...
La verdad es que hoy más que nunca, y sorpresivamente, no me arrepiento de la desición tomada. Algo dentro mío, dijo lo que podría pasar. No era el miedo tradicional de quedar fuera del mundo, sino la conciencia firme y real de que yo ya estoy fuera de él. No hay mucho que explicar, sólo pienso en que mi independencia se está llevando a cabo lentamente y sin que casi yo me de cuenta... y eso provoca el dejar atrás las cosas que no me sirven para salir adelante sino que me arrastraban criticamente hacia un abismo profundo.
Se que algún día las cosas serán diferentes, quizás hasta tengan aspecto de volver a la realidad... pero ahí esta el detalle, que sólo yo podré ver con mis más cercanos, provocando que todos sonriamos ante la ingenuidad de los otros.



Hoy soñé con la escuela de letras... hoy me sentí feliz...