Posted by Rakeru Viu

Caminabamos, por esa senda tan pedregosa...
Tu estabas allí, caminando, dándome la espalda. Yo estaba mirándote, preguntándome tantas cosas.
Ese fue el momento. Tú esperando, yo derrotada. Era el tiempo de cambiar de camino. Era tiempo de morir, más bien, de matar...
Yo no veía, pero cuando las lágrimas desaparecieron, cuando dejaron de brotar, vi aquel barranco. Quizás un minuto, quizás una semana, sólo sé que salté. No hubo ningún cambio. Sólo dolor, sólo sangre...
El corazón luchó, latía debilmente, fue digno de respeto, digno de cualquier honor. El mundo hizo silencio cuando murió...
Ocurrió luego, que la sangre dejó de fluir, los ojos se abrieron de golpé y las piernas comenzaron a fortalecerse. Había que caminar, alejarse.
Una llamada atravesó mi oído, primero como un susurro, y luego como un aullido feroz y desesperado. ¡Corran!, ¡Se ha dado cuenta de que me he ido! No mires para atrás...
Y salí caminado, con los huesos rotos, el alma partida y el corazón muerto. ¿Quién pudiera arrancarme los oídos? ¿Quién quisiera atrapar mi lengua?
"Es muy tarde" grité, mientras aceleraba el paso "es eternamente tarde". Y salí corriendo, para que el río de lágrimas no me capturara, para que el dolor no me recogiera nuevamente en sus brazos...



Luna, protégeme, llévame al lugar donde encuentre por un momento la paz...

This entry was posted on 16 de mayo de 2008 at 3:28 p. m. . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

1 comentarios

wow. just wow.
se une a uno de tus escritos favoritos de mi.

1:18 p. m.

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