¿Dónde está el viajero?

"Un día se abrió una ventana de entre las tantas,
y ahí estaba el viajero...
sin nada más que su penas,
con solo un poco de alma restante en el cuerpo.

Quizás había miedo,
quizás algo de incertidumbre,
pero ahí llegaba caminando,
escapando de la muchedumbre...

Tenía un semblante triste y los zapatos gastados,
una mochila pesada y las ropas desteñidas,
cantando quizás una cancioncilla,
para no escuchar el silencio que lo atormentaba...
silvandole a los parillos,
que desde los arboles le observaban...

Había un viajero, que venía de lejos...
había un viajero que se creía perdido...

Un día de tantos,
de esos iguales,
de esos sin tiempos,
de esos eternos...

Sus pasos lo llevaron
otra vez, nuevamente,
al lugar de las playas
del que había partido alguna vez
siquiera pensando que habría otra vez,
siquiera pensando en el retorno...

Y yo lo veo desde lejos,
caminando, ya no lo recuerdo...
¿de dónde es que habrá llegado?
¿estará escapando?

Lentamente llega a mi lado
yo miro al cielo, está lloviendo,
su sola mirada me recuerda,
no hay alma como esta,
que hubo alguna vez una espera,
y una pregunta que no encontró respuesta...

Hay un viajero, que llegó de las montañas,
hay un viajero, ¡ya lo recuerdo!
mis mañas, mis marañas...
¡espera un segundo!
he olvidado las palabras en el recorrido,
están tapadas y cubiertas...
están secas, mucho tiempo sin riego...

Pero aún está lloviendo.
Sobre nosotros,
está callendo el cielo,
y curiosamente... estamos sonriendo".