Es una pena, aunque no estoy muy segura de que es lo que realmente lamento.
Aveces me dio cuanta del porque no me va bien en los grupos. Realmente me cuesta homogenizar con los demás, sobre todo si pienso que lo que están haciendo no me gusta mucho. Mi cara me delata instantaneamente y cuando logro ponerla neutral, paso por una persona fría y sin chispa.
Pienso en que debería ser más prudente, como la mayoría de las personas, que cuando ven que al ambiente que van a ir no les irá muy bien, lo evitan y ya, sin siquiera un poco de preocupación.
Pero generalemento soy la que esta al pie del cañon, a duras penas eso sí, pero intentando siempre. Todo esto no lo digo con algún tipo de orgullo o para aparentar algún tipo de virtud, realmente no me ha ido muy bien siendo así y he lamentado tristes experiencias.
Pienso también que me acostumbro mucho a tener gente alrededor mío que para mí es sensata y realemente me cuesta comprender las contradicciones de la gente, o pensar que hay gente mentirosa, o mala, o realmente cruel. Tampoco quiero decir que ninguna de las personas que frecuento sea asi, y se comporten como unos santos; hay todo tipo de grados de conducta, pero cuando estos anteriormente mencionados son demaciado altos, no puedo manejarlos de manera correcta y finalmente comienzo a cuastionarlo todo en silencio.
Debo decir que, finalmente, esto logra que me sienta orgullosa de la gente que para mi es importante. No hay ninguna razón en especial, pero el solo hecho de haberlos encontrado entre las multitudes es demaciado valioso e importante...


Hoy hay un día nublado, con tendencias de un rompimiento abrupto hacia el anochecer. Tengo mucha pena, pero también estoy tranquila. Pienso que es hora de comenzar a aceptar un poco más las cosas en vez de luchar sin motivo contra ellas.
Pero solo será por esta ocasión. Toda mi vida he peleado, y dejar de hacerlo solo me llevaría a la muerte.