Posted by Rakeru Viu

Había una vez una asesina...
Una entre los mortales, una de todos ellos. Aquella que nació en el mundo de las realidades, aquella que tenía un hogar dentro de los corazones tibios. Quizás su destino oscuro fue revelado a sus cortos años, cuando calló, por infortunio o quizás mala suerte, en las manos de la muerte. Muchos creyeron que no volvería y lloraron su partida. Nadie sabe bien que fue lo que pasó, lo cierto es que un día sus ojos se abrieron, igual como si hubiera vuelto a nacer, y así mismo se le abrió una oportunidad más para la vida.
Ciertamente, algo en ella quedo, ciertamente, las lágrimas por algo fueron derramadas... Una asesina silenciosa en el alma resucitada. Poco a poco, a través de los siglos, resurgió también de las oscuridades y así un día... volvió a surgir...
Hubo quienes la divisaron en sus caminos y no supieron quién era. Era tan invisible que la confundieron con un espejismo o quizás con un alma en pena. Otros la vieron y le temieron, otros la vieron y la respetaron. Otros que lucharon contra ella y ganaron, otros que perdieron...
Aquella esencia solitaria ha pasado por muchas sendas desconocidas y así mismo, por muchos marcados por los pasos de los que llegaron antes que ella. A escuchado muchas conversaciones, ha visto muchas traiciones, ha conocido muchas risas, ha visto menos lágrimas de las que le hubiera gustado, ha conocido la sangre.
Una mujer de pocas palabras, y así mismo de pocos aliados al luchar. Su caminar sigiloso y su eterna mudez la hacia una persona poco confiable, más bien peligrosa, nadie le daría una oportunidad a una persona con una katana sobre sí.
Las personas que murieron por su mano, fueron la prueba de que ella era una persona extraña. Tanto como los que murieron lentamente y sin rastro, como los que fueron rapidamente ejecutados y llorados por el verdugo.
Una asesina cree que está sola en el mundo, porque nunca conocerá a sus pares. Conoció a algunos de su especie, solo para enfrentarse con ellos y tener más cicatrices que contar en su cuerpo.
Hubo un día, en que ella, desde las profundidades, vió una luz... Algo en ella la hizo caminar, algo el ella la empujó hacia esa luz... quizás la esperanza, quizás el instinto, quizás era el sentido que adquirió la primera vez que salió de entre los fines... pero su camino comenzó aquí. Su historia, su agonía, comenzó a través de la palabras marcadas. Quizás en un día tan gris, lluvioso y frío como este, pero hubo un recuerdo, sintió el llamado y hubo una pena que ya no siguió callando...
Una parte del corazón de la mujer misteriosa, está vigente.
Quizás algún día, todo esto no será necesario. Quizás algún día habrá felicidad... o infinita tristeza acompañada por el sueño eterno...
No lo sé. Pero hoy he llorado y he recordado todas estas cosas, como si estuviera desgarrando secretos desconocidos, agenos. Si no hay comprensión y la duda los lleva a condenarme, así se ha escrito la historia, pero como se dijó en un tiempo: No morirá ahogado el que nació para morir ahorcado...

This entry was posted on 14 de junio de 2005 at 2:49 p. m. . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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